Amparo Seoane, la alcaldesa de Cedeira y la mujer con más poder de la zona, es asesinada. Investigar el crimen va a convertirse en una obsesión para Maite, sargento de la guardia civil, y para Tomás, único testigo del asesinato. Para Maite, buscar al asesino es una obligación, es su oficio. Para Tomás, que es profesor de Literatura en el instituto y a quien nadie ha dado vela en este entierro, es la oportunidad –posiblemente la última– de vivir una historia como las que le apasiona leer, y quizá así poder contarla. Ambos abrirán una investigación que afectará al conjunto del pueblo. Todos, de un modo u otro, estaban relacionados con Amparo. Todos tenían algo que ganar o que perder con su muerte.