Harrington High es una escuela de mugrientas paredes, anticuados libros de texto y profesores quemados. No hay dinero para excursiones ni para ordenadores nuevos ni para el departamento de Música. Los alumnos son de lo más heterogéneo: solitarios, líderes, pandilleros y cerebritos. Como todos los adolescentes del mundo, han de vérselas con unos padres que no los entienden, con unos profesores que los subestiman y, además, con sus activas hormonas. Lo que ignoran es que están a punto de enfrentarse con algo que nunca podrían haber imaginado.