Nos encontramos en Corea durante la dinastía Joseon (1392-1910 d.C.), donde seguimos la tumultuosa existencia de un grupo de actores de teatro callejero. A medida que recorren el país, logran alcanzar una notable popularidad, principalmente gracias a Jangsaeng, el líder del grupo, y a Konggil, un joven de apariencia andrógina que se encarga de interpretar los papeles femeninos. Un día, tras realizar una obra en la que se burlan del rey, son arrestados. Sin embargo, logran llegar a un acuerdo: evitarán la condena si consiguen hacer reír al monarca. El rey no solo se ríe, sino que desarrolla una fascinación tan intensa por Konggil que lo convierte en su sirviente favorito, provocando los celos de su esposa y de Jangsaeng.